martes, 22 de mayo de 2012

los hermanos corazón


PENSÒ EN UNA palabra y la fue rumiando dando vueltas en su cuarto.
La lanzó al fondo del jardín para notar su eco y se quedó prendida del naranjo. Pensó en otra y con ella intentó desprenderla, atraerla,  la necesitaba. Lo segundo fue  desesperación, como cuando nos falta aire; luego  resignaciòn y calma La ciudad lo torturaba con estrategias de locura;él resistía.Escuchó un derrapar de llantas  y se dijo: para nada, todo para nada. Se acostó, se levantó no estaba muerto. Tendió su cama, tosió y miró la puerta. Fue entonces que hizo una larga reverencia a la mujer dibujada en la puerta que le traía su  ropa recién planchada. Se dirigió a su cajonera y le entregó toda su quincena. Luego abandonó, se abandonaría para siempre. Salió a la calle.


NO LO VIÓ VENIR, sintió el golpe en la cara (la chamarra de cuero atorada en la cara).Vagaba ya por más de cuatro horas por esas colonias de casitas bajas cerca del  tiradero más grande de América. Siguió con la mirada al joven mal vestido que se la había arrojado. Iba tranquilo y sòlo una vez volvería la cara. Pensó es de los míos..bien le vayaAmigo, entiendo tu mensaje, ve con Dios. Siguió... Vio ventanas de hierro y de madera, jardineras descuidadas, niños barrigones. Pasó un conocido y le espetó: ¿Andas perdido? (y no era la primera vez que alguien se lo decía). Siguió sin mirar atrás, sin mirar a nadie hasta llegar a su refugio donde  en el viejo ropero colgó la chamarra: gracias amigo, gracias... Nos hemos encontrado.


SE DIRÍA: MIRA  la mujer; le envuelven gasas, tules y  otras preciosas telas... Como aquellas que mirara Cervantes en un mercado de Madrid. Quién es?. Podrían ser sus ojos verdes, grandes; podría ser la perfección de su rostro o el cabello undoso (poco importa). Quién es, qué es. Habrá una flor en rama hecha por la Mano y acabada en pintura vegetal. Hay la que dice no y se va temprano. Al final te ofrecerá su rostro en esa Luz. Pero bien pensado, no está mal la que se queda y lleva los niños a la escuela, lava los trastes y prepara el desayuno. Como no está mal la anciana artista liberal que va golpeando su auto entre las piedras…siempre tras de ti O como la mismísima premio Nobel que diría: “no quieras conocer mis pensamientos…” (La retrata una flor o una paloma). Ah, si me lo propusiera… Pero… Ánimo y silencio (y lavarse los dientes). Pero de dónde y para qué.


MIRA LA CIUDAD: cristal y roca: crisol. Todo matiz, conciliación y enlace: envolvente neblina. Construcciones maduradas por el tiempo. Habrá un ornamento inútil, como ademán, inútil. Entra al amanecer, adéntrate en su asfalto; busca lo que has visto jamás: una isla, una armonía total; un color innúmero. Largos años te esperan con la pregunta entre los labios: plazas, mercados y garitos no te serán ajenos. Te dirás: existe, mi corazón lo exige. Debes apresurarte. Quien ha hecho la obra- la está haciendo, está en la buhardilla de anónimo edificio que será destruido en un instante. Mira la obra con desprecio, insatisfecho. Unos minutos más y será destruida en sus propias manos.

MIRÓ EL PISO cuatrapeado: Obra Dios en la forma, en la idea, más claramente que en el verso. Es orden Su respiración- es su sintaxis. Obra Dios en mi cuarto, en la disposición de mesa, cama, silla y taburete; obra Dios. Dictará la forma de este cuadro, pero no lo atiendes, pero… Esto es mío… Es mi desorden. Como estas palabras que amontono. Obra Dios en el mundo: Olvido la camisa  que desprecio. La divinidad es también la belleza, dijo: polos de la amistad.Obra Dios. Va en la ruta de enlace: carreteras, veredas; como aquella que se pierde en el monte (Obra Dios). La casa abierta a los cuatro espacios para ver el mundo. Fue cuando el viento le arrojó a la cara una bolsa de plástico, sucia… y dejó de pensar.



REPASABA LOS cromos de pintura de las enciclopedias; los veía distantes, como si fuera otro. Pensó: la pintura para herir de veras debe ser vivida desde dentro; es ese su universo. Imaginaba a Bacon que con un trapo recoge polvo acumulado en su sucio taller y lo unta en el cuadro ¡Que la crítica hable! Lo volvió a imaginar en algún bar de España, al muy… Se detuvo en el Bosco, que le ofrecía un mosaico de rostros y de muecas, humanas, muy humanas. Después de mirarlas, largamente mirarlas, bajó la vista hasta su pie derecho, su dedo gordo- estaría descalzo. Pensó: por qué el pintor ya no fija los rostros en el cuadro, la tela... Volvió a pensar en Bacon. Por qué el rostro de los hombres ya no resiste acercamiento. Lo que debo hacer, pensó- lo pensaría, sería aprender a dibujar mi dedo gordo.



ESTARÁ DORMIDA;  en ella obran recuerdos, imágenes, vivencias, pensamientos-la ilusión trabaja, y el deseo. Caminos de ida y vuelta. Un dolor, un recuerdo estremecen su cuerpo , un suave sentimiento... No lo sabe, ha despedido una bella y ondulante línea de palabras viajeras (no lo sabe). El Viento sí (y todo). El misterio del mundo se expresará en la carne. No podrías cantar la tesitura, la dulcísima nota que enlaza las palabras. Cuerpos en reposo, navegantes –dialogantes, que penetran oídos del insomnio. En la mujer, en su ser en reposo, habrá más de una esperanza. En ella la Cifra del misterio, que se busca y se encuentra: siempre.



SE COMPLACE  EN mirar el horizonte, la Luna llena, en el amplio terraplén en donde habita. Música lleva en el alma, que lo habita (en realidad sus demasiadas almas). Mira las casuarias y los plátanos recortados y negros donde cuelgan y pasan los murciélagos. Luego el enorme tronco tirado del huamúchil;  árbol enano, rugoso y espinudo. Sinuosidades, cortes y esas partes podridas donde se asomará la iguana. ¿Por qué tanto se tardará la vista en recorrerla? (¿Para qué son los ojos? Y éstos, ¿hacia dónde llevan?) Va con la mano –corazón acariciando esa pulpa roja y amarilla. Va por la piel espinosa y rugosa del huamúchil con el placer del que descubre el mundo. Pero se arrancaría los ojos por la presencia cercana de la mujer que ha visto en el mercado, y piensa habrá buscado siempre...pero ¿volvería ha sentir con la intensidad que siente ahora el disco de la luna y el rugoso tronco?



MIRABA UNA cactàcea, una flor rosada, luego un pino. Pensó: estos seres son hijos de un dios más denso, mas oscuro que lo que Dios llamamos. Había oído, tal vez visto a ese dios terrenal en el templo vecino. Había visto como la torre metafísica se elevaba, alta, alta como Babel moderna, más allá de las nubes-Torre que tocaba el cielo. Había visto también Su mano enferma. Se mostraba, le hablaba a su manera. Este dios no me sirve, se diría, mas me ama y quizá me está pidiendo ayuda. -Bien no lo sé. Este dios me enferma. Quiero alejamiento pero también oído. La palabra del dios señalaba la ciudad lejana: <<demasiada soberbia>>.  Lo conmovió. Hablaba el templo levantando su soberbia torre; hablaban sus extrañas formas de singular belleza. Volvió a ver las cactáceas, las rosadas rosas que no podía colocar  sobre su computadora: no cabe en ella el verde, no cabe en ella,se repitió más de una vez. Salió; montaría en su máquina. Tampoco ahí sonaría la pirekua. Llegaría a la planta nuclear en donde trabajaba sólo por presentar  renuncia.



ESTÁBAMOS reunidos al pie del Calvario; ese cerrito que ha muchos años sería arrasado por la enorme ciudad, y donde había una ermita. Empezó a cantar una vidalita, luego El tartamudo. Todos estábamos ahí,los de entonces: Víctor, Manrras, Adalid (pero ¿Isaías?). Sí, el de ahora; personaje de todo mi interés de extracción priista, ya a contracorriente.  El cantor interrumpe la canción que empieza: Ay mi país qué tristeza… y saca una jícama de su traje negro, va y se  acerca a Isaías; se la ofrece. Éste la toma, la muerde y  la regresa. Así hasta que se la acaban. Se quita el saco... y le pido la canción de la que recuerdo: Y tu casa vista de afuera… Y  estoy pensando en Paty. Me despierto.




LLEGÓ ROBERTA; la que entra y sale cuando le da la gana. Trae en la mano claveles blancos contra su piel morena. La miro y me extravío en turbios pensamientos. Va y viene enérgica y distante: inhaprensible. Sabe lo que quiere. Airosa, elegante, magnífica. Briosa, rumbosa, enérgica, y hasta salerosa,va y viene poniendo todo en orden. Como sacude sábanas, riega las plantas, poniendo en su lugar todas las cosas. Ahora  un danzón en la rockola La miro y no me lleno. Nada puedo decirle;  me humillo.  Le digo: no te vayas Roberta. Concede: Puedes acompañarme, esta tarde habrá " movida" : verbena en  plaza…



SOMOS LOS hermanos Corazón; es nuestro apellido. Nos ves pasar siempre callados con nuestros trajes negros, sucios, pesados y raídos, por la tranca de madera de tu casa. Al fondo del calmil, tu padre nos permitió hacernos un techito de acahual ;vez que no tiene paredes. Nos ves pasar...  te harás muchas preguntas, pues de la ciudad no sabes nada. Salimos, entramos, sin nada en nuestras manos. Muchas preguntas te haces, se te ve en la cara. Ya lo sabrás. Siempre con la mirada baja, nos basta apenas levantarla,  un momento, un momento sòlo,por ver lo verdadero. Lo habràs visto  Lo que no sabes es que por las noches, cuando brilla la luna, en el rebalse junto al río nos levantamos a bailar – así como nos ves, y a cantar; mucho nos alegramos. Somos dos hermanos; siendo hermanos somos más que hermanos; somos los hermanos Corazón.



SOY EL DIABLO, así me dicen. Me ves caminando tranquilo del brazo de una mujer casada, nativa, esbelta y bella. No puedes conocerme. Sabrás nada. Fui yo quien se robó a la reina de los festejos patrios de Jojutla. Después la abandoné. Se sabe: voy armado. Nada sabrás –pobre tu provincia. Mírame: disparo y mato al inerme policía que me está mirando. La de Zacatepec decía no; luego dijo sí. Soy el Diablo. Moriré asesinado por la espalda, lo sé; estaré solo, ahí tendido en cualquier calle polvorienta. Pinche tu provincia. No me conoces. Te diré: el mundo es aburrido. En el polvo, tirado bocarriba- sangre en la camisa blanca- su rostro era el de todos los hombres.




ÉL TENÍA un caballo. Un día el río embravecido se lo llevó río abajo. Allá va el caballo, mi caballo. Cesaron lluvias y bajó la creciente y el dijo- y a todos les decía: mi caballo vive. Lo buscó por tres meses hasta que le dijeron: allá abajo en El Bejucal alguien recogió tu caballo. Se fue. Ahí estaba. Regresó feliz.
Ahora viene con su hija: cinco horas en  carretera: no puedo quedarme mucho tiempo. Quédate a comer, descansa… ¿Quién dará agua a mi caballo? ¿Quién lo acompañará? El tenía un caballo.



 TENÍA UN  cuaderno de pastas naranjas donde daba forma a cada uno de sus sueños: dibujaba. Yo pasaba y la saludaba. Ella, como Leonardo veía en las manchas de las paredes, rostros, follajes y figuras fantásticas. Iba llenando sus cuadernos. Se tiraba en la cama –la veía de pasada a través de la ventana con el lápiz; y en su cuaderno dibujaba. Me heredó sus cuadernos. Al abrirlos me llené de elfos, duendes, náyades y sílfides –de ahì el encantamiento. Cada verano y cada primavera  pasaba y me invitaba un café  o un tequila. Me heredó sus cuadernos. Ahora soy yo quien se tiende a mirar viejas paredes.






 ERA su condición… Estaba recostado en la cama de aquella pensión a donde había ido a dar después de quince horas  desde la gran ciudad. El viaje había sido tedioso. Desfilaban pinos, oyameles, lomas y caseríos: todo ajeno. Ahora estaba ahí en esa vieja pensión, en una habitación desolada donde colgaba de la pared una fotografía de una mujer desnuda enmarcada por una puerta de madera y, en la sombra de la blanca pared  medio cuerpo de un hombre con el pene erguido. Estaba recostado y observando la fotografía, singularmente bella. La dueña de la pensión , una viejecita encorvada y taciturna  después de los trámites de rigor que lo llevaría a ocupar el cuarto-se anotaba, por algunos meses- le había dado la llave. Una indicación en  la mirada de la anciana   relacionada con esta que mira en la pared…la sueña:   paredes blancas , ladrillo rojo, y al fondo el corredor :recostada ,desnuda tiene las mismas provocaciones de la reina de Inglaterra….-la dama que siempre la acompaña se asoma y no oculta el puñal




TE PINCHARÁS un dedo y llorará Argentina. Lloras un dìa y tu padre casi se avergüenza(está en la tumba). Te acaricias la barba y un brasileño peninsular de un salto sale de la cama y se contorsiona (es un Blanco) y va –viene-contigo. Notas que Alcools ha desaparecido y mandas quince e-mails. Notas que una de las bólleles tiene un nuevo color y un nuevo aroma- la miras detenidamente. Piensas en ella,resumes: sueña con muy otro cielo. Tiras a todo Sabater por la ventana y alguien lo recoge (mas tarde uno llegará a tu isla). Pides a tu sobrina tres libros de Coelho y se lo regalas a la primera persona que pasa por la calle con un mensaje indescifrable pero mentando madres (pero ves una tira de él en internet y te enterneces, porque en ella tiene razón ,y algo dice de lo que...).
Uno, dos, tres; uno, dos, tres; la mirada es portadora de un orden inaudito. Uno, dos, tres; todo està bien. Uno, dos, tres…La poeta Araujo andará paseando mirando aparadores en Corrientes, pero alegre y fumando; renqueando, y seguramente ya con tres tequilas…





CUANDO HABLÓ de Saramago en las terapias  las muchachas de trabajo social algo murmuraron. Cuando el médico alcohólico se paseaba repitiendo la frase del Buda de su brazo ellas estaban cerca. Cuando se plantó a dibujar flores de camelinas le dieron más papel -¿Y cómo están sus dientes? A ver, vamos a ver (habían leído su expediente). Le ofrecieron cigarrillos.-No los comparta con nadie. Mientras él no sabía que hacer, derrotado por los medicamentos y tirado en el pasto. Pero lo que más le dolía era el muchacho esquizofrénico que le dijo: estoy haciendo copias de Degas, mientras enrollaba papel estraza que encendía y llevaba a la boca como cigarrillos, ocultándose, ocultándolo; estaba tembloroso, extraviado y como alucinado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario