lunes, 14 de mayo de 2012

Cuaderno ( Capitulo ll de Dislocaciones...)


Zaid tiene un molino, mas que hispano. Hispano; alto y de un lugar impreciso y jamás extinguido. ¿Qué se muele ahi ?. Parco, elíptico, apenas habla. Sí, inteligente (tres frases registradas) ¿Qué dirían la imagen y la excelente criba?


Alta era la noche. Llegaría a mi cuarto en forma de serpiente,  pero con la ternura. Ningún libro, el piso terroso (años ha que deje  la cabaña). Qué hacer. Alcancé a encender el primer cigarrillo y con él un fado.


Leía ese título náhuatl – lo hablaría. Iracundo buscaba en su memoria. Me escupió, me escupió; sí me escupió literalmente la pregunta. No encontraba. Qué hacer. Yo esperaba que arrojara sangre por los poros y que en ella leyera la olvidada palabra.


Esos muchachos en aquella universidad no podían distinguir entre mirar y contemplar (ojo y conciencia), ¿qué estaba haciendo ahí?


Bonitas las líneas de Moreno Villa. Bonitas las líneas que aquella me decía: Sempiterno embriagado / bebedor místico / platónico y seráfico.


Acteal:

                        dolo Estado indio matanza
                        matanza Estado dolo
                        Estado matanza
                        matanza




¡Hera!  por qué no me diste alegría duradera ( pero atendiendo a la verdad…) Por qué me das tan estúpido trabajo sin ninguna esperanza.


Lo sabría Bataille, pues por ciertos labios adelgazados por la angustia consiguió su derecho a maldecir.


Cómo un buey sobre las altas tejas de la casa. Ya pasó la moda surrealista. Véalo ahí está;  bermejo, fuerte, bello. No se toque el ojo, menos el oído. Véalo. ¿Habrá también una brizna de hierba? Crujen tejas.


En la reunión sindical (también trabajo) se están urdiendo mejores estrategias por defender nuestros derechos. Deben tener razón. Concedo. Voy y me siento a la vera de ese largo pasillo que llevará hasta ella (oigo a los pájaros; bien). Veo pasar a los que van y a los que vienen. Pregunto a los que van y a los que vienen.


Eres de donde reclaman (habrá tórtolas). Eres de donde te reclaman (habrá empeños).


Los dioses tiemblan de universo. Va la Física; regresará abrazando una metáfora mientras el hombre manotea inmerso en remolinos.


PENOSOS extremos:  En lo que respecta al arte y al artista, siempre con Schiller; el resto es la mediación que nos espera, verdadera  revocación que desprecia brújula y se encuentra muy gusto en el sin sentido. Habrá que morder al menos tres palabras de Cuesta… por decir lo menos.




In-correccion aquí:

                        No no es está rosa rosa
                        Sino la rosa increada,
                        la insumergida rosa
                        noche / infortunio
                        -reconocimiento-
                        Ira y estremecimiento
                        la rosa inmaterial 
                        la celestial ofensa
                        –– nunca hueca


Me paseo más tranquilo, he lanzado al viento alguna queja y la hoja en su botella ¿Sé quién soy? Pero, no tengo una hermosa túnica donde ocultar mis manos; me paseo. Busco en mi vaquero: mis bolsas están rotas. Sé quién soy.


Se toma un niño de cualquier edad; se le hacen infinitas preguntas – tantas como resista. Después se le asesina y se le adorna como muerto inmortal. Eso es el hombre, sólo eso.

(En mi cuaderno y no sé de dónde): Corazón,  puño, coraje ¡carajo!
Hay cianuro en las venas de los niños.

Me sacaría los ojos por mirar a su esposa. Cuando quise cantarle siempre se ponía enfrente. Lo encontraba en la calle y burlón se reía. Pensé: debe ser el amor, el verdadero. No debo conocerlo. ¿Quién podría?


Se estarán llevando al Cerro Gordo para el otro lado, y tambien aquel donde abundaban esas plantas parásitas sobre los mezquites y los tepehuajes. Los llevarán a cuestas rumbo a Cuernavaca mirando, sí, las desnudas acacias a lo lejos. Andarán mendigando en Illinois, en sus mercados. Sobre bellos petates, guajes decorados, máscaras de tehuanes y danzando. Allá, allá en Chicago, Illinois….


En las esquinas donde aparece descalza Yohualcéhuatl… La persigo como perro empolvado, le voy husmeando los talones, mirando su larga y negra cabellera.  Así me afino,  me pulimento y hasta me perdono ––nunca el mismo. Bajo, subo por el Cerro de la Peña masticando retoños de calhuaje, mirando siempre desde lejos ese valle caliente. En las esquinas….


Reproducir (ahora) las vivencias de Blake agonizante “Esto no es mío”. Revivir esa línea de Sófocles, del Coro “¿es la voz de   *** la que escucho o los dioses me engañan? Y volver a vivir con otros personajes ese “Yo soy vuestro Mahoma” de Swedenborg.


El problema de la modernidad es que el claxon no despide color –– ¿ Quién se lo pide?; pero el dedo de Chopin, pero el cello de Bach…


Has de sentir los ojos de sor Juana tanteando, queriendo imaginar los últimos dos cielos (Omeyoacan), el alma en ese Solio.


Visión: Hay quien lo defiende, es lo correcto, pues llegaron a tratarlo. Bala esta vez y no degüello. Por qué sor Juana lo estará pateando. Por qué al salir derrumbará la estancia. Esa mujer necesita verdadera lectura no camisa de fuerza.


Tendré que reinventarme como loco verdadero —por sobrevivir. Tal vez inventarme otro como el de Cervantes y pedir mi pensión en las antesalas. Y no andar repellando mis paredes de greda por pintarrajearlas. Afuera, hombres afortunados, silenciosos pasan y se persignan y se persiguen, infinitamente.


Señor comming, sí, el monstruo siempre está ocupado y, como el santo nunca pierde tiempo (siempre tiene, no parece la mía). Pero habré de levantarme al cabo de mil años por colocarme el sol en esta boca.

(me lo diría el taxista al montarme en su máquina: “Ahí está el periódico, vea, al final está la nota roja”. Lo decía Bataille “El ojo quiere sangre” imaginando repletas plazas públicas; infaltables ahorcados. Ahí está la nota roja, vea y diga como mi vecino, es por estar al tanto( será por previsión).

Se me acabó el dinero; los plásticos al tope. Me pongo a revisar todos los rincones de mi cuarto. Encontraré los montones de piedras con las que he tropezado en el camino. Tendré que ir al mercado de la esquina.


Víbora prieta:
                        —  Si la devoran tres (esos ya se sabe mucho por aquí). Deberá    
                             recordarse el cinco náhuatl y tocar madera.                                 

                        —  Si la come uno solo – se sabe: se transfigura inmediatamente:
                             Jaguar, dios (cualquiera), flor y hasta conejo – un nahual. Ya       
                          se sabe, ya se sabe.

Zaid aquí:
                        Se me acerca, me estudia  y me pincha un ojo. Dice “no los necesita,
                        la inteligencia no los necesita”. Suele ser engañosa. Me excita
                        mostrándome ese test de Roschach. Sí, no articulo; desespero (suelo  hacerlo). Sí me descompongo (suelo hacerlo). Sí, no articulo.
                        Profetizo: me quedaré salao.

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