lunes, 7 de mayo de 2012

algo más que alimento

me dirigí a la jardinera donde las había  visto,eran cinco,intensas en su cálido violeta- rojo.Coloqué la mano como acostumbro para captar la emanación de sus corolas.Sentí la diferencia:recorría  mi cuerpo,alimentándolo o enriqueciéndolo ,especialmente los genitales...Por qué las que están en las jardineras de la casa apenas puedo soportarlas?es semilla tratada? No lo sé,pero me recuerda el imbrícate flor...que debe ser resultante de ese autor en boga en los sesentas...Y estaba allí  tomado de  la penca de maguey ,de pié;la raíz  debía de estar a diez centímetro de mi pie izquierdo-el maguey inclinado..La mano izquierda en la vertical que debía unirlas ..La corriente comunicativa debió iniciarse en el momento en que me concentré en sentir la carne de la penca,la piel -sustancia y  su sangre-con  la mano izquierda.Desde la tierra algo se elevaba envolviendo,adentrándose  en  la mano,como alimentándola.Mi mirada se dirigió a la carnosidad  seca  de las pencas que,con seguridad se habrían cortado-quise adivinar,una semana antes.La urgencia se haría presente como un imperativo:había que morder allí,en el lugar donde tenía puestos los  ojos fijos...Dudaba,casi iba ha hacerlo,cuando Marce corrió la cortina de la tienda, y al sentir la pregunta de sus ojos,solté  la hoja

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