martes, 4 de septiembre de 2012

quinta...

caminaba ya más de  hora y media.se internaba ya por  zonas arboladas donde los  pinos iban ganando  espacio espacio.parecía necesitar aire o tenía que estar solo.llegò al  lugar donde  las vìas del ferrocarril  cruzando   la autopista  enfilan hacia el sur.le gustó   el camino lateral de terracería y sólo por eso le dio por seguir esa  ruta. el dìa nublado no le ayudaba para el  buen animo,necesario para iniciar esta aventura.había   tomado ya  una decisión que no le habia costado pues había contado con la ayuda involuntaria de quien al tanto de sus visitas lo vio acercarse a la reja después de  dar la vuelta en la avenida.no  se dió cuenta  hasta  que, después de seguirlo se  acercó  estando ya en  la única mesita apetecible  kilómetros   a la redonda: un espacio que parecía propio para un kiosko con una vista  que permitía  mirar una  calle abierta larga y arbolada.; el lugar tenía algo de íntimo,le gustó..fue ahí que vio el primer sombrero que le interesó de veras.

no hablaron mucho-o mejor-,su interlocutor no habló mucho: los ojos,el hombre recio que tenía enfrente, el tono de voz y dos asuntos apenas insinuados le hicieron levantarse casi de inmediato(días más adelante se ponía a considerar este hecho sin encontrar explicaciones convincentes,así de extraño le iba pareciendo el espiritu de...) para seguir la ruta que ya había iniciado.el tono  maduro y tranquilo  parecía amistoso; aprovechó para  entregarle ,por ahorrarse la vuelta, el papel que había tomado del cajón donde se hallaban las pinturas leyendó varias veces por  pretender  memorizar  las cinco anotaciones .supo ahí mismo, sin mediar palabra, la razón  por lo que la familia no había querido dirigirse a  abrir la puerta . el color moreno y el parecido con esos  personajes notables  de  las  viejas fotografías de la revolución mexicana que alguien inopinadamente ,no recordaba  quien, le había mostrado, andando el tiempo, cobrarían relieve.después de darse la mano y despedirse,  media cuadra sobre la calle arbolada, volvió la cara:ahí seguía.

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